El trato en el alojamiento es excepcional, atendido por sus propios dueños con todo el amor y dedicación del mundo.

Realmente muy cálida la atención, el personal siempre dispuesto a cada pedido, muy lindas habitaciones, muy recomendable.

La hosteria es muy linda, diseñada acorde a la patagonia, con mucha madera, muy pintoresca, nos sentiamos como estar en el cuento de Heidi en Suiza. La limpieza era estricta y ordenada. Las camas un placer para dormir. El personal muy amable, incluso se notaba mucho la presencia y amabilidad de los dueños. El desayuno, de una calidad increible. Con ese desayuno quien necesitaba almorzar? La pileta climatizada ideal para un poco de relax al atardecer. Volveremos definitvamente.

Hermoso lugar. Instalaciones. Desayuno todo para destacar.

La atención. Se nota el cariño y la dedicación con la que trabajan. Te sentís como en casa. Volveremos!!