Casa rural en una ubicación envidiable de Olite, a las puertas del castillo. la casa está bien equipada, para pasar unos días, la única pega el sofá, después de estar todo el día dando tumbos apetece descansar un poco, y dicho aparato es un rompe espaldas, la ducha pequeña, pero para su función valida. la casa se comparte con los dueños, es decir se accede por una puerta principal, que da al bajo, donde se accede al patio (No hicimos uso de el ) y se sube una escalera, donde da acceso a dos viviendas, una la de los dueños y la otra la que se alquila. suelo de madera en toda la casa y bastante confortable, bastante silenciosa y fresca para los días calurosos que pasamos por la zona. recomendable.

Nos la recomendaron y no nos ha decepcionado. Casa Ollaga es un apartamento rural no muy grande, pero cómodo para 4 personas. Su ubicación es privilegiada, al lado del castillo de Olite con vistas magníficas al castillo., lo que alimentó la imaginación de nuestros hijos. Todavía hablan de su castillo. Sus dueños son muy amables, siempre dispuestos a proporcionar cualquier cosa que pudiéramos necesitar. Es una casa tranquila y con encanto. Tiene un patio muy especial que nos hubiera gustado usar más, si hubiera hecho mejor tiempo. Habrá que volver en verano!

We found it to be a very charming apartment full of character, very clean and well appointed. It felt very peaceful and relaxing. It felt good to be in a house restored with great care and eco principles. The owners were helpful and friendly . We would certainly like to return someday.

Estuvimos en Casa Ollaga una semana en Abril. Fue una experiencia de la que nos llevamos recuerdos maravillosos. La casa está justo al lado del castillo de Olite lo que le da un aire de cuento. El apartamento en el que estuvimos está en el primer piso. Es muy cómodo, se respira tranquilidad y se duerme muy bien. La pareja que lo lleva son muy amables y tuvieron muchos detalles con nosotros que hicieron nuestra estancia muy agradable. El pueblo tiene encanto y desde ahí se pueden hacer muchas excursiones interesantes. Sin duda lo recomendaremos.

Estuvimos del 15 al 22 de agosto de 2011 en la Casa Ollaga de Olite (Navarra), aprovechando para conocer un pueblo medieval con mucho encanto como es Olite y otros pueblos cercanos, así como el poco conocido pero estupendo Parque de Animales y de Atracciones "Senda viva" y por supuesto vivimos el fin de semana de fiestas medievales muy bien preparado. La familia dueña de la casa es muy acogedora, con su niño que se hizo muy amigo de los nuestros, y ahora le echan de menos. La casa está muy bonita, con todo el equipamiento necesario, en el centro del pueblo, con unas vistas desde las ventanas al Palacio-castillo, que es enorme y muy bonito. A la casa rural solo le falta una piscinita en el patio para estar completa, ya que justo pillamos la única semana del verano que hizo 40º. La piscina del pueblo está a 5 minutos de la casa, está muy bien, solo que es un poco cara.

Mi familia y yo hemos repetido visitas a casa Ollaga. Es un apartamento pequeñito pero más que suficiente para cuatro personas. Particularmente me encanta el patio interior porque transmite una gran tranquilidad, sosiego y frescura a la casa. También me resulta muy emocionante abrir las otras ventanas y ver las paredes del castillo-palacio, parece que te transportaras a otro mundo. Mi relación con los propietarios es muy buena, siempre dispuestos a darnos cosas que nos puedan faltar en algún momento: cafè , sal, e incluso jabón para lavar la ropa. Tampoco son de aquellos que "marean "a los huéspedes y si no les quieres decir nada, ellos te dejan tranquilo. Ah y la bici!. Toda la casa transmite el gran respeto por el medioambiente de los propietarios, ya que además de haberse construido siguiendo criteriors ecológicos y bioclimáticos, se agradecen detalles como los productos de limpieza diarios que utilizan o el depósito que acaban de poner para hacer compost . Nosotros volveremos.

Estuvimos del 15 al 22 de agosto de 2011 en la Casa Ollaga de Olite (Navarra), aprovechando para conocer un pueblo medieval con mucho encanto como es Olite y otros pueblos cercanos, así como el poco conocido pero estupendo Parque de Animales y de Atracciones "Senda viva" y por supuesto vivimos el fin de semana de fiestas medievales muy bien preparado. La familia dueña de la casa es muy acogedora, con su niño que se hizo muy amigo de los nuestros, y ahora le echan de menos. La casa está muy bonita, con todo el equipamiento necesario, en el centro del pueblo, con unas vistas desde las ventanas al Palacio-castillo, que es enorme y muy bonito. A la casa rural solo le falta una piscinita en el patio para estar completa, ya que justo pillamos la única semana del verano que hizo 40º. La piscina del pueblo está a 5 minutos de la casa, está muy bien, solo que es un poco cara.

Mi pareja y yo tenemos costumbre de hacer uso de casas rurales cuando viajamos. Hasta ahora teniamos muy buen concepto de este tipo de alojamiento en España, pues siempre nos hemos encontrado con unas buenas condiciones y un trato correcto por parte de los propietarios. Cuando llegamos a Casa Ollaga esta concepción inicial se vino abajo. Para comenzar, la tarde antes intento ponerme en contacto con los propietarios para acordar la hora de llegada, tal y como he hecho siempre, y nunca me han puesto ninguna pega sobre la hora de entrada; los propietarios siempre han procurado adaptarse a mí como cliente. En este caso, realizo cuatro llamadas y nadie está pendiente del teléfono, A la quinta vez consigo hablar con la propietaria. Le digo que nos gustaría llegar sobre las doce, puesto que ya nos encontramos en Navarra. En vez de procurar buscar una solución que me deje satisfecho, simplemente me dice que es imposible, y que la normativa legal de las casas rurales de Navarra deja muy claro que la hora de entrada es a partir de las 17:00; normativa que yo no tengo ninguna obligación de conocer, que no aparece en la página web de la casa, y de la que no se me había informado en el momento de realizar la reserva. A pesar de reconocer que se le habría pasado darme tal información, la propietaria sigue insistiendo en el asunto, además en un tono chulesco, que no me parece nada correcto para tratar a un cliente. Por supuesto que no acepto, y finalmente nos permite la entrada a las 14:00. He revisado la normativa legal, y dice que está hora de entrada se entiende cuando no ha existido un pacto previo, pero es que en mi caso sí que me moleste en llamar para llegar a ese acuerdo. En la reserva habíamos pedido una cuna, que efectivamente estaba colocada en su sitio; eso sí, sin sábana para taparse, y sin colchón, por lo que tuvimos que fabricar uno con mantas y toallas. La limpieza, brillaba por su ausencia, siendo notable la suciedad y la falta de higiene.

La casa está muy completa y es realmente agradable estar allí. Muy recomendable.