La anfitriona Margarita y el resto del personal son excepcionales. El trato y el cariño recibido por su parte ha hecho una grande diferencia en el viaje. La habitación era muy bonita y cómoda.

La verdá es que no había nada que nos gustara.

La recepción para hacer el chek-in pésima,la anfitriona no estaba en la posada, y eso que tenía hora de llegada, la habitación abierta con la llave puesta por dentro, sin wifi, la limpieza en algunas partes brillaba por su ausencia, telas de araña en las lámparas, techo y alguna que otra araña en las ventanas. El desayuno correcto pero poco variado.

La ubicación, ya que para lo que queríamos visitar lo teníamos céntrico. Y la habitación solo la íbamos a usar para descansar.

En el desayuno eché en falta alguna pieza de fruta o algo de proteina (tortilla, huevo cocido, algún embutido). Pero para salir del paso estaba bien.

La habitación y las instalaciones todo súper limpio y bonito. Será recomendado

Nos cambiaron de habitación a una superior sin coste alguno debido a las cancelaciones de última hora. La habitación era muy amplia, con sofá y el baño tenía jacuzzi ( ¿¡qué más podíamos pedir!? . La ubicación es genial, está en una zona en la que en poco tiempo llegas a los lugares más interesantes de ver. La tranquilidad que hay en la zona es perfecta para desconectar y descansar. La amabilidad de los trabajadores es un punto a su favor y como no, Margarita nos explicó qué podíamos ver y donde comer. Acertó en todo.

La habitación al ser tan grande estaba un poco fría ya que la calefacción no iba y teníamos un radiador para calentar toda la estancia. Al final nos dejó otro radiador más para estar más cómodos. Cómo apunte, estaría bien que la cafetería en donde se sirven los desayunos, estuviera abierta por la noche para dar cenas.

Un entorno y el encanto de la posada decoración y demás. La amabilidad de Margarita que nos aconsejó los destinos a visitar. Muy cercana como de andar por casa.

vistas, desayuno, amabilidad del personal

Estuvimos muy a gusto en la posada