La amplitud de los espacios , el personal todos muy atentos

El Hotel se encuentra dentro de un condominio donde para entrar y salir debes dar tus datos, bajar del auto , abrir maletero para que tomen una fotografía. Personalmente fue muy molesto para nuestra estadía

La atención del personal, fueron todos extremadamente atentos y amables. Difícil nombrarlos a todos, pero la atención desde Conserjería con Sabrina, hasta todo el personal del restaurant/desayuno y de la limpieza fue sobresaliente. Realmente da gusto hospedarse así, con gente tan dedicada.

Nada, todo fue fabuloso.

La habitación y la vista fabulosa. La ducha exquisita

Ambientes calurosos por calefacción

La vista al golf y la montaña. Las habitaciones son grandes. La comida del restaurante es rica. La decoración es gradable.

El desayuno es malo, poca variedad, jugos artificiales, de los peores que ví en esta categoría de hotel. La pileta exterior no está climatizada haciendo casi imposible su uso. El spa es una pileta climatizada de dos por dos, todos los demás servicios se cobran aparte. La televisión del cuarto no es Smart y chica. Si bien la comida del restaurante es rica, tiene muy pocos platos y en la semana que estuvimos siempre hubo faltantes. No tiene Transfer a la ciudad, por suerte estábamos en auto porque San Martin está a 17 kms Fuimos de luna de miel y de cortesía solo nos dieron un espumante caliente.

Muy recomendable, habitación amplia, mobiliario y baño excelentes, la vista a las montañas es increíble.

Debería mejorar la propuesta de desayuno, de todas formas es correcto.

Las personas hacen la diferencia . La atención de los trabajadores es excepcional. Destaco María Cecilia sobre todo un 10

La distancia . Es lejos del centro , estás en un condominio de golf y está a 30 min del centro. Cada vez que sales y entras al condominio debes abrir la maleta para que la revisen

The hotel is located quite close to San Martin de los Andes, within a golf course - the hotel surroundings are therefore very quiet and peaceful. We could even see some geese wandering about, and a rabbit or two! The restaurant offers a magnificent view of the mountains and of the sunset. Food is good, though the choice of dinner isn't immense. The staff, however, was awesome: Gabriela, at the front desk, was immensely helpful when it came to answering our many questions regarding the hotel. Her mastery of French came in very handy, and she was also able to accomodate our request for a room with twin beds, and an extension of our stay. Fernando, one of the spa therapists, is also a real asset to the hotel, as he is highly skilled (the quality of the massage was uncomparable so far!!).

It's an ageing place, and needs renovations. The rooms are devoid of air conditioning (which is especially an issue for those rooms facing West, as the setting sun heats them up to unpleasant hotness). The bathtub in our room was worn out, with unsavory brown stains. The spa smells of damp and its equipment is outdated, or even dangerous as per current standards (for example: steam bath with steam outlet directly next to one's feet = risk of burns, scottish shower is scalding hot, etc.). The gym is no exception: the treadmill is old and wobbly, and one can't set both an incline and a speed lest one encounter some mysterious error that stops the treadmill... All in all, it was a pleasant stay (mostly due to lovely staff), but the state of the hotel doesn't match one's expectations of a 5-star hotel.

Ideal para descanso y hacer vida de hotel.

La piscina exterior podría estar un poco más templada. Es heladaaaaaa