El apartamento es muy amplio, con vistas al puerto y orientación al levante, todos los días puedes ver amanecer, siendo muy luminoso y acogedor. Además de una oferta muy amplia de restauración y de servicios (dos supermercados cercanos). Desde Garrucha es muy fácil hacer turismo de proximidad, por su buena ubicación en la costa de Almería.

Lo peor fue lo frías que estaban las estancias (última semana del año). No hay radiadores y dispone de una bomba de calor en el salón, que no alcanza para climatizar los dormitorios, y otra en la cocina, que no utilizamos. El dueño nos advirtió, en la entrega de llaves, que estaba limitado el consumo de luz y que tuviéramos cuidado con el gasto. La alternativa para tener calor es una estufa grande de butano, que había que pagar aparte según fuéramos gastando. Esto también nos lo explicaron en la entrega de llaves y no en la descripción del apartamento. No hicimos uso de ella y nos apañamos como pudimos con la bomba de calor. Al cocinar con el horno nos saltó la luz un par de días. No sabemos qué apaño tendrá la climatización en verano. Por otro lado, lo hemos visto muy justo de menaje, en cantidad y calidad de según qué cosas (alguna sartén dejaba mucho que desear). La terraza la tuvimos que limpiar nosotros a la llegada, el suelo y la mesa con las sillas.