La casa era amplia y estaba muy limpia. La ubicación, cerca de ruta para ver el nacimiento del río Mundo. La amabilidad del chico que nos atendió. Hay chimenea y también buena calefacción. La tranquilidad del sitio, sin oír ningún ruido. Había de todo: vajilla para los cinco que fuimos de sobra, cafetera, tostador, etc. La casa está mejor que lo que muestran las fotos.

Por decir algo, la calefacción por la noche hay que apagarla ya que hace bastante ruido, pero no es ningún problema ya que por la noche la casa estaba caliente de sobra y no pasamos ningún frío, más bien hasta calor.